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miércoles, 25 de junio de 2014

¿Alguna haz ido a bailar y al llegar a tu casa, sientes un silbido constante en tus oídos?
Tú ahí, tratando de dormir y ese ruido te acompaña en el silencio, como rastro de todo lo sucedido aquella noche.
Eso que sucede al ir a bailar es lo que me pasa cuando escucho tu nombre, es lo que me sucede cuando regojo las partes de tu recuerdo que aun se resisten a morir. Es aquella sensación, esa sonoridad que traspasa al resto de mis pensamientos y suena más fuerte que las voces del exterior, solo mi voz es capaz de callarte, ni siquiera al dormir desaparece ese ruido, soy yo quien debo hacerlo callar.

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