Nubosidad parcial

Con el tiempo he desarrollado una capacidad bastante peculiar. Es una actividad que no me significa mucho esfuerzo, sin embargo, me mantiene en constante reflexión. Esta habilidad se traduce en la posibilidad de caminar por sobre las nubes, poder utilizarlas como el cemento de una ciudad, para poder avanzar por el cielo.
Gracias a mi altura y mi imaginación, logro llegar a las nubes, muchas veces, debo construir un castillo en el aire para apoyarme y hacer más sólido mi ascenso, en otras, sólo basta con mirar una fotografía o cerrar los ojos y ya está, estoy en aquel lugar de infinita paz.

Tener la habilidad de caminar en las nubes sin caer en picada, parece ser un regalo, pero, no es tan así, ya que muchas veces estas nubes se desvanecen de manera instantánea, sin previo aviso. En este punto encuentro un gran problema, porque no puedo estar confiado de ninguna de aquellas nubes que conozco en un carrete, en la universidad o a través de internet. Todas esas relaciones superficiales pueden llevarme muy alto, pero, representan la inestabilidad que una nube puede tener y como una nube que se va, se evaporan estas relaciones que en algún momento parecen tan sólidas como el asfalto que te permite caminar.

Las nubes suelen ser una muy buena protección para escapar de la realidad que nos atormenta desde allá abajo. Todas las responsabilidades y conflictos que debemos afrontar, nuestra esperanza de encontrar el amor, nuestros deseos de éxito profesional y por supuesto, el miedo a la muerte, el miedo a separarnos de nuestro entorno, perder nuestra familia, amigos y parejas. En resumen, es el miedo de despertarnos por la mañana y darnos cuenta que estamos completamente solos y somos una cucaracha en medio de este imponente mundo que sigue su rodaje sin percatarse de nosotros.


"Las nubes son tan dulces como el algodón, pero esconden en su alma un vacío que te absorbe"


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¿Porqué amamos las relaciones virtuales?

Mucho se habla actualmente de la importancia de las “redes sociales” para organizar manifestaciones, para comunicarnos en situaciones extremas como un accidente, terremoto o alguna otra circunstancia extraña de las cuales, twitter tiene mucho que contar. Esto y muchas otras cosas más son las que más realzan la revolución de las redes sociales creadas a través de internet, comunidades como Myspace que inicia la conectividad entre personas a través de una plataforma en internet. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en aquellas relaciones que nacen de un “Toque” en facebook, de agregar a una persona en msn, seguirla en twitter o simplemente, ingresando a un chat “público” donde puedes encontrarte con cualquier tipo de personas en un mismo espacio virtual. Este tipo de relaciones que se inician como un juego, como una tontería y poco a poco se tornan de un color algo más intenso y profundo, donde se da rienda suelta al coqueteo, las palabras bonitas, dedicar canciones y horas de conversación trasnochando hasta las 6 de la madrugada, hablando de cualquier cosa, porque, lo importante es “divertirse” juntos.

Estas relaciones que sobrepasan el umbral del “contacto” o del “amigo” y se transforman en una especie de simbiosis mutante entre dos personajes virtuales que no se conocen en la vida “real”, es tan extraño como una relación entre Bart Simpson y la mujer maravilla, facebook claramente, nos hace la tarea más fácil, porque en él, puedes conocer practicamente toda la vida de la persona y si a eso le agregas unos toques de skype para poder hablar por videollamada, tiene sentido pensar que se generan lazos afectivos entre 2 personas que nunca se han tocado, ni visto frente a frente. Ahora, ¿Cuáles son las razones de aquellas relaciones? ¿Porqué podemos sentir esos sentimientos tan fuertes a través de mensajes de chat?.

Hace unos días atrás, encontré una posible respuesta en un chat que denominaré X, las personas que ingresan a este sitio, tienen un claro cambio de personalidad, se comportan muy extrovertidos y confiados, sociables y osados, pero al conocer un poco más de su real personalidad, todo parece volverse inseguridad, temores y necesidades ocultas. En un mundo donde todo es fácil de obtener, por las tarjetas de crédito y la conectividad, parece ser que no nos damos el tiempo de soportar la presión de ciertas situaciones de la vida, la cultura de lo renovable, de lo desechable, de todo aquello que deja de ser útil cuando nos deja de ser conveniente, una cultura que nos lleva a escapar a un mundo virtual, creando una segunda personalidad, que controla todo lo que queremos obtener en la realidad, buscando el ideal de persona que siempre hemos soñado, claro, con tan sólo ingresar a un chat de aquellos, puedes encontrar a 50 potenciales conocidos, de muchos lugares e ideales diferentes, donde la posibilidad de coincidir con alguno, es mucho mayor que en la vida real, donde debes atreverte a acercarte a la persona que te gusta, hablarle y que te responda “en buena onda”, pero, para llegar a eso, debes estar bien vestido, perfumado, afeitado, hablar cosas inteligentes, todo ello para tener sólo un 25% de posibilidades de que te “acepten”, “Qué pena tu vida”, pensarán algunos, esas son las ventajas de internet, tienes 10 opciones al mismo tiempo y si eres inseguro, no importa, podrás mostrarte rudo y seguro y decir adiós a la primera persona que no te parezca interesante.

Esconderse de la realidad, escapara en busca de algo que es más confiable, ya que a través de una pantalla nadie podrá dañarte de verdad y no tendrás que generar grandes lazos afectivos, sólo tienes contactos cercanos que pueden cambiar con tan sólo un clik y “eliminar de tus contactos”.

Esta historia está en sus inicios, me gustaría continuar, pero no se si es un tema de interés para otras personas. ¿Te interesa este tema? ¿Tienes alguna historia relacionada a esto?¿Quieres seguir leyendo sobre vidas por internet?

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La historia recién comienza…